Monte Schoenstatt comienza a ser tierra Mariana

Cerca de 300 personas de las distintas ramas, federaciones e institutos participaron en la misa de Alianza donde se bendijo el terreno y la ermita de Monte Schoenstatt. Un hermoso escenario natural rodeó esta celebración que, en palabras del P. Mario Romero, marcó el comienzo de la historia de este lugar, que quiere ser una tierra Santa de María.

 

El 18 de Diciembre de 2011 será un día recordado por los schoenstattianos. En una tarde agradable, con una vista espectacular, participamos de una celebración que marcará un hito en la historia de Monte Schoenstatt.

Nos reunimos aproximadamente unas 300 personas, en una misa celebrada por los padres Mario, Lucho, Eduardo y Pepo, en un escenario natural maravilloso, con vista hacia el valle iluminado por los tardíos rayos del sol.  Participaron  personas de las distintas ramas, federaciones e institutos, llevando sus banderas y las ofrendas. Antonio Kovacevic dio la partida con algunas palabras sobre este gran proyecto. Había también un pesebre vivo de niños y varios pastorcitos y reyes magos jugando por ahí.

El padre Mario nos decía que este acontecimiento daba inicio a la historia de Monte Schoenstatt, todo lo anterior fue su prehistoria. La prédica se basó en una idea y 2 preguntas:

– Vinimos a abrir una fuente. Como en Nazaret (Evangelio del día). María viene a establecerse aquí para darnos a Cristo, para darnos vida verdadera. Ésta es razón para un enorme gozo, pero también de  colaboración. Somos nosotros los que abrimos esta fuente.

– ¿A qué viene María? A renovarnos el corazón. Para que también nosotros seamos fuente de vida. A renovar nuestra familia. A hacernos familia de Dios. A renovar nuestro tiempo. Todo el pueblo de Dios, toda la Iglesia.

– ¿Un Santuario? Sólo si hay un compromiso mucho mayor de nuestra parte. En la renovación de nuestro corazón. En la renovación de cada familia. En la renovación de nuestro tiempo. Especialmente de nuestra Iglesia.

Se necesitan muchas personas rezando y haciendo capital de gracias, renovando sus corazones en el amor, con un anhelo profundo por la conquista de este Santuario, para que la Mater decida instalarse en este lugar. Gonzalo Navarro, quien estuvo trabajando para que todo resultara bien nos cuenta: “me gustó lo que dijo el padre Mario respecto de que a problemas nuevos la iglesia tiene que dar respuestas nuevas y que nuestro Santuario tiene que estar abierto a todos”.

En otro ámbito, durante la misa disfrutamos de la naturaleza campestre del lugar, cuando un piño de caballos pasó corriendo por detrás de nosotros. El ambiente era agradable, alegre, familiar.

Terminando la misa bajamos rezando el cántico al terruño, tras el cuadro de la Mater, hasta el lugar donde está planificado construir el Santuario. Una vez ahí  fue bendecido todo el terreno, incluyendo la ermita que estará presente durante el tiempo de conquista.

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