¡35 años juntos de la mano de María!

“Nuestro grupo de vida cumplió 35 años. Como de costumbre lo celebramos y queremos compartir con otros Schoenstattianos nuestra gran alegría”. Compartimos con ustedes este lindo y emocionante testimonio.

 

 

QUE 35 AÑOS NO ES NADA…… “PERO SI SE PUEDE”

Año 1981. Fue casi al término de una de aquellas memorables Jornadas de Padre Hurtado, cuando unos jóvenes asesores de la Rama de Matrimonios de esa época, la Hermana María Angélica y el Padre Lucho, nos invitaron a algunos matrimonios de la recién formada Comunidad Apostólica Militante a juntarnos, a conversar un rato.

Algunos de nosotros veníamos de un mismo grupo y otros … de otros; también hubo quienes no estaban participando en esos momentos de algún grupo, y sin embargo, uno de esos matrimonios cumplía el encargo de ser los Jefes de la Rama.

Cuando ya estábamos todos reunidos, entre ambos asesores nos invitaron a ser parte de un proyecto-desafío: formar un grupo de vida que tuviese como objetivo previvir y encarnar el milagro de Schoenstatt: ser apóstoles las 24 horas del día.

Lorenzo Pfenniger y María Eugenia Munita, Enrique Rivera y Marujita Aguilera, Jorge Sanhueza y Elisa Rahmer, Claudio Tampier e Irene Ramírez, Alejandro Rahmer y Beatriz Pavez,  Teodoro Urcelay y Cristina Montesinos, Roberto Prieto y Alicia Saldivia, aceptamos la invitación, algunos conscientes de la envergadura del desafío y otros  absolutamente inconscientes.

Tiempo después (años), Claudio e Irene dejaron de participar, básicamente por temas de salud, y nos vimos enriquecidos con la incorporación, en diferentes tiempos, de Milan Capkovic y Solange Letelier y de Mario Rojas y Betty Smith.

Celebramos hoy, cada uno de nosotros y con enorme gratitud, la fidelidad del Señor y la Mater que nos ha impulsado a desarrollar un apostolado permanente en diferentes ámbitos y circunstancias, el haber llegado a constituirnos realmente en una comunidad de corazones a pesar de (o talvez como consecuencia de) ser diferentes, tanto en edades como en afinidades políticas y deportivas (algunos albos, otros cruzados o azules), en condiciones económicas, laborales y profesionales, con unos flemáticos y otros sanguíneos.

Celebramos que el Señor y la Mater confiaron a tres matrimonios de nuestro grupo el haber sido sucesivamente Jefes de la Rama, justo en momentos de enorme trascendencia para el Movimiento: la construcción y consagración del Santuario Cenáculo de la Providencia junto con la compra de la primera casa de la Rama de Matrimonios (ambos en Bustos con Holanda) y la consolidación de la Comunidad Apostólica Militante.

Celebramos el aporte que hacemos al grupo cada uno de nosotros, lo que significó el paso por nuestras vidas de aquellos que ya están en el cielo: Alejandro, Teodoro, Marujita, Mario, María Eugenia y Lorenzo; el compromiso mantenido de quienes continúan solos, sin sus cónyuges, el privilegio que es mantener hasta ahora actividades apostólicas y formativas propias del grupo, el reunirnos  cada tres semanas desde el inicio, a compartir y acompañarnos en las alegrías y pesares, a profundizar en la fe y mirar el mundo que nos rodea desde la perspectiva de Schoenstatt, a tener una Jornada Anual de grupo en un ambiente de fiesta, donde la comida y lo grato no es trivial, y en la que rezamos, evaluamos lo realizado y proyectamos lo que viene.

Celebramos sentir que en el día a día mi hermano me sigue importando, que estamos íntimamente ligados, que repercutimos los unos en los otros.

Celebramos aquello que hemos escuchado tantas veces: No fuimos nosotros quienes elegimos al Señor y la Mater, fueron ellos quienes nos eligieron a nosotros.

Y como todo esto es para nosotros un motivo de tremenda alegría, continuamos con la tradición de celebrar nuestro “cumpleaños” iniciando la celebración, que culminan en una comida, con la Santa Misa celebrada por quien queremos considerar es parte de nuestro grupo: el Padre Lucho; sí el mismo que hace 35 años nos invitó a un proyecto-desafío que nos sedujo, nos seduce y nos compromete a vivir Schoenstatt hasta el último aliento.

 

GRUPO TALLER

Mayo 2016

RPU