Cuarenta agrupaciones por la vida se unieron a Mujeres de Blanco, organizadoras del evento, traspasando credos e ideologías. Este acto silencioso por la vida, fue de un tremendo respeto por el prójimo. Sin destrozos, ni gritos, demostrando que la unión hace la fuerza, que el valor de la vida no es transable. Que nos insta a seguir “hasta que se nos caigan los brazos de cansancio”, por amor y para el amor con el inmenso amor de Dios.

 

Chile de Blanco por la vida, un grito en silencio ante el aborto

Sábado 5 de septiembre 11:30 de la mañana. Repican las campanas del Santuario Votivo de Maipú. Gran momento de emociones y sentimientos.  Se sientan todos los convocados y se da  inicio al más importante y significativo acto por la Vida. En paralelo se realiza en 33 ciudades de Chile, todos en absoluto silencio condoliéndonos por ese niño que sufre, grita y llora en silencio, de blanco por la pureza de Él.

Cajas blancas con una cruz simbolizan su ataúd; bajo la cruz, se da nombre a un niño abortado. El acto avanza…. un niño de blanco entra y se ubica en el centro adoptando una posición fetal. Pasado unos minutos se coloca una túnica roja quedando en el suelo en cruz, momento impactante, de dolor, más de una lagrima rodó, e hizo levantar a todos los asistentes sus cajas, simbolizando su existencia y subida de este bebé al cielo. Ingresan jóvenes portando una bandera chilena que ponen al centro, el niño va y se acuesta en posición fetal sobre la estrella de nuestra bandera. Simboliza la acogida de la Virgen Santísima Reina de Chile, quien lo acoge y desde su seno nace al cielo. Este santo mártir cada día, cada segundo cuida y bendice a su Mamita.

Un gran papel jugó, y nos ayudaron bastante, las redes sociales, Whatsapp, Facebook y Twitter, que nos permitió informar, convocar y comunicarnos con todo el Mundo.

Damos gracias al Señor y a la Mater por guiarnos y acompañarnos en esta batalla por la vida. No los dejaremos solos. Como decía nuestro Padre Kentenich,  “la mano en el pulso del tiempo, el oído en el corazón de Dios”

Seguiremos perseverando e instando a las autoridades a que no apruben esta nefasta ley.

Como schoenstattianos no podíamos quedarnos como simples espectadores de brazos cruzados, asumimos e hicimos nuestro el llamado del Papa quien el 26 de octubre del 2014 en nuestro jubileo desde la sala Pablo VI nos envió: “Schoenstatt en misión”.

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