Las huellas del paseo de Monte Schoenstatt

¡Seguimos construyendo familia! Tuvimos un increíble paseo al cerro y en la cima pusimos nuestra bandera como signo de conquista.

 

El sábado 17 de mayo nos juntamos como familia de Monte Schoenstatt para subir el cerro todos juntos. Se nos regaló un lindo y agradable día de otoño.

El paseo estuvo precioso, las familias y los niños se veían muy contentos, éramos cerca de 40 personas, llegó una familia con 3 niños chiquititos y una guagua en la espalda. La Manuela Decombe que llegó colorada como tomate fue recibida con aplausos en la base de la cumbre.

Al llegar a la cumbre pusimos nuestra bandera, como símbolo de conquista.

No pudimos celebrar misa, ya que el padre José Tomás se enfermó con fiebre y el padre Lucho también se disculpó por su estado de salud.

Finalmente, terminamos todos consagrándonos en la ermita y tratando de cantar el himno del Movimiento, nos faltó la fuerza del padre Lucho para cantar las 4 estrofas que él canta con tanto entusiasmo, pero por empeño no nos quedamos.

  • Testimonio:

“Qué alegría ver llegar a todos muy entusiasmados, niños, jóvenes y no tan jóvenes.

Nos juntamos a las tres en la ermita, varias familias con sus niños, éramos cerca de 40. Los que más llamaron la atención fue un matrimonio con cuatro niños menores de 4 años (la guagua en mochila).

Rezamos juntos y encomendamos a la FAMILIA de Monte Schoenstatt a la Mater, para que cada día aumente en cantidad, en unión y en espíritu de familia.

Y así partimos nuestra caminata cerro arriba, conversando y gozando de un lindo paisaje. Con bastante esfuerzo llegamos a la base del “Manquehuito”, donde nos quedamos parte del grupo descansando y mirando como los más fuertes hacían cumbre.

Al volver ellos, compartimos nuestros picnics, galletitas, agua y todas las cosas ricas que cada uno traía en sus mochilas. En este momento iban llegando más familias que habían partido un poco más tarde. Fue un lindo momento de conocerse, mientras los niños jugaban en el cerro. Juntos rezamos un Dios te salve María y comenzamos a bajar, un precioso atardecer con la cordillera en todo su esplendor.

Al llegar a la ermita terminamos con otra oración de despedida pidiendo por la unidad de Lo Barnechea y que nuestro Monte Schoenstatt sea un lugar abierto, donde todos sean acogidos.

Nos despedimos con la alegría de haber cumplido una meta, en familia y como familia concluimos que ESTE PASEO SE REPETIRÁ y ¡están todos invitados!”

Antonia y Jaime

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