Unidos en la Oración – 7 de septiembre

En este mes de la patria, pidamos al Padre por nuestra patria, toda su gente, su historia y su futuro en paz, con crecimiento, fe, valores y fraternidad.

 

 

Pidamos también por la recuperación del joven Felipe Moya, quien ha sido encomendado a la intercesión milagrosa del P. Kentenich.

Querido (a) amigo (a):

Necesitamos de tu ayuda, necesitamos de tu fuerza orante, necesitamos de tu fe que cree en lo imposible. Necesitamos que te unas a nosotros para pedir a Dios por intercesión del Padre José Kentenich el milagro de la recuperación total de Felipe Moya.

Felipe es un joven de 23 años perteneciente a los Carabineros de Chile. El 16 de Julio de este año sufrió un accidente automovilístico y su estado de salud es grave, con riesgo vital.

Por otra parte el Padre Kentenich es un sacerdote amante de los jóvenes con quienes en el año 1914 tuvo la divina y audaz inspiración de pedirle a la Santísima Virgen que se estableciera en un pequeño santuario y su fe junto con la de esos jóvenes dio como fruto la Obra de Schoenstatt y hoy existen santuarios de la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt  en todo el mundo. Él está en proceso de beatificación y necesita un milagro para ser beatificado.

Esta vez la Virgen María ha unido a Felipe y al Padre Kentenich.

Ambos se necesitan mutuamente. Felipe necesita un milagro para vivir y el Padre Kentenich necesita que Dios escuche su ruego por la realización de este milagro para ser canonizado. Felipe necesita la salud para regalar su presencia, su alegría, su juventud entre nosotros; el Padre Kentenich necesita ser canonizado para regalar a muchas personas su carisma mariano y sean muchos más los que puedan retornar al corazón de Dios, sanos y felices de cuerpo y alma como Felipe.

¿QUIERES  UNIRTE  A  NOSOTROS  EN  ESTA  AVENTURA  DE  ATRAER  LA  FUERZA   PODEROSA  DE DIOS  QUE  SIGUE  OBRANDO  MILAGROS  HOY?

 

Es importante pedir sólo al Padre Kentenich su intercesión para que no haya confusión a la hora de verificar el milagro y pedir que los médicos reconozcan que hubo una sanación milagrosa.

Desde ya te agradecemos por unirte a nuestra oración. Que nuestra oración, nuestra fe, nuestra alegría y radicalismo en el servicio y amor a los otros sea una súplica para que Dios, por medio del Padre Kentenich, obre el milagro anhelado en Felipe.

 

¡CONTAMOS CONTIGO!