El Papa Benedicto invita a redescubrir el Padre Nuestro y prepara nueva Encíclica

El Papa recalcó una vez más la importancia de la oración en la vida de los cristianos, recordando también que el “Padre Nuestro” es una oración que se aprende en la infancia y acompaña al cristiano “hasta el último suspiro”. En estos días, escribe además sus discursos para su próximo viaje al Reino Unido, y prepara la que será su cuarta Encíclica.

 

 

 

Durante su “tiempo de reposo” en Castel Gandolfo, el Papa Benedicto XVI prepara sus discursos para el viaje que hará al Reino Unido en septiembre, además de un apéndice a su libro “Jesús de Nazaret” y el marco para su cuarta encíclica.

En ésta abordará el tema de la fe, luego de que las tres anteriores se enfocaran en el tema social, la caridad y la esperanza.

Este domingo, en el cual el Evangelio nos presenta a Jesús enseñando a sus discípulos a orar, el Papa además se dio tiempo para reflexionar sobre la importancia de ser constantes en la oración. Recordó también la importancia de rezar el Padre Nuestro, “una oración que se aprende en la infancia y acompaña al cristiano “hasta el último suspiro”.

“Jesús no hizo objeciones, no habló de formulas extrañas o esotéricas, con mucha sencillez dijo: ‘Cuando oréis, decid: “Padre”, y enseñó el Padre Nuestro, extrayéndolo de su misma oración, con la que se dirigía a Dios, su padre”, indicó.

El Papa explicó que éstas son “las primeras palabras de la Sagrada Escritura que aprendemos desde niños, que se graban en la memoria, plasman nuestra vida, nos acompañan hasta el último suspiro”.

Esta oración, agregó el Papa, acoge y expresa también las necesidades humanas, tanto materiales como espirituales. “’Danos cada día nuestro pan, y perdónanos nuestros pecados’ (Lc 11,3-4). No es un pedir para satisfacer nuestros caprichos, sino más bien para tener despierta la amistad con Dios, el cual – dice siempre el Evangelio –¡dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo piden!”.

Cada vez que recitamos el Padre Nuestro, nuestra voz se entrelaza con la de la Iglesia, porque quien reza no está jamás sólo. Todo fiel deberá buscar y podrá encontrar en la verdad y riqueza de la oración cristiana, enseñada por la Iglesia, el propio camino, el propio modo de rezar… se dejará, por lo tanto, conducir… por el Espíritu Santo, el cual le guía, por medio de Cristo, al Padre”, agregó.

Antes de concluir su alocución previa a la plegaria mariana, el Papa recordó que “hoy se celebra la fiesta del apóstol Santiago llamado el Mayor, que dejó a su padre y el trabajo de pescador para seguir a Jesús y por Él dio la vida, el primero de los Apóstoles. ¡De corazón dirijo un especial pensamiento a los peregrinos que en gran número acuden a Santiago de Compostela!. Que la Virgen María nos ayude a redescubrir la belleza y la profundidad de la oración cristiana”.